Sobre Nosotrxs

Somos racializadxs.
Estamos hartas del racismo institucional y el racismo cotidiano que existe en
todos los espacios de nuestra sociedad. Hartas de silenciar nuestros deseos y
necesidades por los de la mayoria. Cansadas del feminismo blanco occidental y
hegemónico que no nos representa. De que nuestro trabajo no se valore. Y hartas de sentirnos solas. Ante esto, nos unimos.


Somos feministas.
No queremos más personas blancas que nos explicen como actuar o qué decir.
Hartas de reprimir nuestra rabia y frustración. Y agotadas de que nos lo expliquen (mansplaining y whitesplaining). Hartas del patriarcado que coloca al hombre blanco cis hetero como centro, del patriarcado blanco que nos coloca al margen.
Hartas de un feminismo blanco que veces no extiende el “si tocan a una nos
tocan a todas” a las mujeres racializadas y nuestras experiencias de violencia.
Harta de que nos maten y nos violen con complicidad del estado, de las leyes, de
la policia. Hartas de practicas abolicionistas que excluyen a nuestras hermanas
trabajadoras sexuales, poniendolas en peligro. Hartas de la islamofobia que juzga a nuestras hermanas y criminaliza a nuestros hermano musulmanes. Hartas de feminismos que no incluyen a nuestras hermanes trans y hermanxs no-binarixs.


Somos deconoloniales
Agotadas de que nos pregunten “de donde eres?”, y “no, pero de donde eres de
verdad?”. Hartas de una cultura eurocéntrica que colonizó el mundo, que aun se
beneficia de aquellas riquezas. Hartas que se disfracen de nosotras en carnaval,
de que nos exoticen y trivialicen símbolos de culturas colonizadas. Las culturas
de nuestras madres y abuelas. Hartas de la caridad, de las ONG’s y de ser
“rescatadas” por “salvadores” blancxs.


Somos anticapitalistas
Hartas de un sistema que se enriqueció y forjó del saqueo, violación y genocidio
del sur global. Que mantiene su posición de poder gracias a las jerarquias y
estructuras económicas que nacieron del colonialismo. Porque el capitalismo
necesita del colonialismo y del patriarcado para existir. Y no vamos a aceptarlo.